El camino a Toledo se hizo ligero. Nos pasamos el viaje charlando y cuando acordamos ya habíamos llegado. Se vistieron como el día de su boda con mucha ilusión. Era un día con mucha calor pero de sobra lo suplimos parando de bar en bar tomando cervezas.
Como siempre, viajar y hacer mis tomas codo con codo con María Espinosa es un placer. Ella hizo las fotografías y yo estaba abrumada de todo lo que teníamos que ver por Toledo.
Nada más llegar empezamos por la Catedral que me encandiló con su bellísimo estilo gótico. Me encantó mirar todas esas esculturas y suelos de la época. Tenía claro que iban a ser fundamentales para mi vídeo que nada iba a envidiar al vídeo de su boda.